A coruña vs.*La coruña. Flagrante ilegalidad
Me sorprendí esta mañana leyendo en distintos diarios de ámbito gallego la noticia de que, a propuesta del grupo de gobierno del Concello de A coruña esta es su denominación oficial- (PSOE), se iba a proceder a cambiar el nombre de la ciudad pasando a ser nuevamente conocida como La coruña amparándose en el artículo 47 de la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, De medidas para la modernización del gobierno local.
Me extrañó la noticia, y no era para menos, pues lo que se pretende con esta iniciativa no es otra cosa que volver a usar oficialmente un topónimo deturpado saltándose a la torera el Estatuto de Autonomía de Galicia y la Lei de normalización lingüística de la Xunta de Galicia, amen de ignorar toda la jurisprudencia al respecto. Recordemos que el Concello de A coruña fue denunciado por la Mesa pola Normalización Lingüística visto el empeño de los primeros en usar, de manera ilegal, el topónimo *La coruña. Tanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, como el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional fallaron sus sentencias a favor de la Mesa y en contra del ente municipal (Sentencia 606/1994, de 28 de julio, del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Sentencia 25 de septiembre de 2000 del Tribunal Supremo y Autos del Tribunal Constitucional 11.2.2002 y 1.7.2002).
Tomando como base los artículos 5 y 27.20 del Estatuto de Autonomía de Galicia se promulgó la Lei 3/1983, de 15 de junio, de Normalización Lingüística de Galicia, ley que deja claro en el artículo 10 que: los topónimos de Galicia tienen como única forma oficial la gallega, correspondiendole a la Xunta de Galicia la determinación de los nombres de los ayuntamientos.
Lo único que puede, amparándose en la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, De medidas para la modernización del gobierno local, hacer la corporación municipal de A coruña, es adoptar un acuerdo plenario (ratificándolo por mayoría absoluta) que solicite a la Xunta de Galicia el cambio de denominación del municipio. La Xunta de Galicia deberá pedir varios informes, entre ellos a la Comisión de Toponimia(un grupo de expertos de reconocido prestigio que en las últimas dos décadas ha normalizado el cien por cien de los nombres de municipios y poblaciones del territorio de Galicia), que ya dejó clara su postura cuando restauró el nombre de la ciudad del deturpado *La coruña por el original (en gallego amparándose en la legislación citada anteriormente además de en distinta documentación histórica) A coruña.
Lo que pretende el Alcalde Francisco Vázquez es lo que ha hecho desde que, merced a los estudios de la Comisión de Toponimia de la Xunta de Galicia, se declaró como forma oficial la de A coruña: crear una polémica que no existiría si la Corporación municipal de A coruña hiciera lo que cualquier ciudadano en un Estado democrático está obligado a hacer, acatar las leyes y normas jurídicas promulgadas por instituciones soberanas y elegidas democráticamente por los ciudadanos aunque, por los motivos que sean, no nos gusten. Es muy difícil que un Ayuntamiento tenga la autoridad moral suficiente para sancionar a un ciudadano por incumplir otra norma cualquiera cuando esta entidad está dando ejemplo reiterado de no cumplir aquellas normas que no les gustan y con las que no están de acuerdo, así cualquier ciudadano de A coruña podría negarse, por ejemplo, a pagar una multa de aparcamiento tomando como ejemplo a la entidad sancionadora diciendo que no está de acuerdo con esa norma y por lo tanto no la cumple.
El debate no está cerrado y seguro que Mr. Francisco vázquez seguirá, per secula seculorum, sacándose de la manga la polémica del topónimo siempre que necesite subir sus cuotas de popularidad.
Me extrañó la noticia, y no era para menos, pues lo que se pretende con esta iniciativa no es otra cosa que volver a usar oficialmente un topónimo deturpado saltándose a la torera el Estatuto de Autonomía de Galicia y la Lei de normalización lingüística de la Xunta de Galicia, amen de ignorar toda la jurisprudencia al respecto. Recordemos que el Concello de A coruña fue denunciado por la Mesa pola Normalización Lingüística visto el empeño de los primeros en usar, de manera ilegal, el topónimo *La coruña. Tanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, como el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional fallaron sus sentencias a favor de la Mesa y en contra del ente municipal (Sentencia 606/1994, de 28 de julio, del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Sentencia 25 de septiembre de 2000 del Tribunal Supremo y Autos del Tribunal Constitucional 11.2.2002 y 1.7.2002).
Tomando como base los artículos 5 y 27.20 del Estatuto de Autonomía de Galicia se promulgó la Lei 3/1983, de 15 de junio, de Normalización Lingüística de Galicia, ley que deja claro en el artículo 10 que: los topónimos de Galicia tienen como única forma oficial la gallega, correspondiendole a la Xunta de Galicia la determinación de los nombres de los ayuntamientos.
Lo único que puede, amparándose en la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, De medidas para la modernización del gobierno local, hacer la corporación municipal de A coruña, es adoptar un acuerdo plenario (ratificándolo por mayoría absoluta) que solicite a la Xunta de Galicia el cambio de denominación del municipio. La Xunta de Galicia deberá pedir varios informes, entre ellos a la Comisión de Toponimia(un grupo de expertos de reconocido prestigio que en las últimas dos décadas ha normalizado el cien por cien de los nombres de municipios y poblaciones del territorio de Galicia), que ya dejó clara su postura cuando restauró el nombre de la ciudad del deturpado *La coruña por el original (en gallego amparándose en la legislación citada anteriormente además de en distinta documentación histórica) A coruña.
Lo que pretende el Alcalde Francisco Vázquez es lo que ha hecho desde que, merced a los estudios de la Comisión de Toponimia de la Xunta de Galicia, se declaró como forma oficial la de A coruña: crear una polémica que no existiría si la Corporación municipal de A coruña hiciera lo que cualquier ciudadano en un Estado democrático está obligado a hacer, acatar las leyes y normas jurídicas promulgadas por instituciones soberanas y elegidas democráticamente por los ciudadanos aunque, por los motivos que sean, no nos gusten. Es muy difícil que un Ayuntamiento tenga la autoridad moral suficiente para sancionar a un ciudadano por incumplir otra norma cualquiera cuando esta entidad está dando ejemplo reiterado de no cumplir aquellas normas que no les gustan y con las que no están de acuerdo, así cualquier ciudadano de A coruña podría negarse, por ejemplo, a pagar una multa de aparcamiento tomando como ejemplo a la entidad sancionadora diciendo que no está de acuerdo con esa norma y por lo tanto no la cumple.
El debate no está cerrado y seguro que Mr. Francisco vázquez seguirá, per secula seculorum, sacándose de la manga la polémica del topónimo siempre que necesite subir sus cuotas de popularidad.
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